El aprovechamiento del Venado cola blanca en México, una actividad con escasos modelos de negocio viables

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Aproximadamente desde hace 15 años, en México la instalación de criaderos para el aprovechamiento del venado cola blanca (Odocoileus virginianus) ha sido una práctica común entre personas, comunidades, A.C´s, ONG´s y empresas interesadas en el aprovechamiento sustentable de la vida silvestre; muestra de lo anterior es que según el  proyecto de evaluación de las unidades de manejo para la conservación de vida silvestre (UMA) 1997-2008, de la Comisión para el uso y aprovechamiento de la biodiversidad  (CONABIO) en México existen 4,968 UMA´s registradas que manejan y aprovechan esta especie en vida libre y 160 que lo hacen en manejo intensivo (http://bit.ly/19iGD8E), es decir un total de 5,128 UMA´s  que manejan y aprovechan esta especie; ahora bien considerando que según la SEMARNAT en México hay registradas 12,000 UMA´s (http://bit.ly/1eeVHba) haciendo cálculos sucintos puede decirse que el 42.73% de las UMAS en México están dedicadas al aprovechamiento de ésta especie y la gran mayoría de ellas lo hacen mediante actividades o servicios cinegéticos, es decir a manera de resumen, el modelo de negocio del venado cola blanca se circunscribe en su inmensa mayoría a la cacería.

Para aquellos que no lo tengan claro, habrá que decir que un modelo de negocio (ve aquí la entrada en donde lo explico) describe la forma en que una organización crea, distribuye, captura valor y  necesariamente considera: el segmento de clientes a quien vende, la propuesta de valor, los canales de distribución, la relación que necesita la empresa entablar con los clientes, el esquema de ingresos, los recursos actividades y asociados necesarios para operar y la estructura de los costos; ante la definición anterior, de manera resumida bien puede decirse sin hacer uso de analogías baratas, que el valor que en México “los aprovechadores” de la especie ofrecen mayoritariamente a su segmento de clientes que son los cazadores, es: la posibilidad de matar legal y reguladamente ejemplares de esta especie criados o mantenidos exprofeso como manera de esparcimiento y recreación en grandes áreas.

Pero por favor no mal interpreten ésta última aseveración a pesar de lo agresiva que pueda sonar, ya que como todo aquel que conozca y concuerde con el concepto de aprovechamiento sustentable (o sostenible pues, como deseen) creo firmemente que el aprovechamiento cinegético de ésta especie sin lugar a dudas ha contribuido a su conservación y a la generación de dinámicas económicas que de una u otra manera contribuyen al bienestar de la población humana involucrada; el gran problema es que éste mayoritario modelo de negocio se encuentra en la cuerda floja, no por la competencia China, tampoco por calamidades zoosanitarias y mucho menos por cambios en la legislación; ésta en la cuerda floja debido a un cambio en el comportamiento de una sociedad de consumidores que se preocupa cada vez más por estos temas, que es más sensible a todo aquello que signifique “matar un animal” .

Probablemente al leer esto puedas argumentar que los cazadores legales, principales consumidores de ésta actividad, nunca dejarán de cazar a pesar de que el resto de la sociedad les describa como “asesinos sin sentido”, a pesar de que se les satanice por practicar su afición, a pesar de que se les critique sin tomar en consideración su aporte a la conservación de ésta y otras especies, craso error, son numerosos los países que actualmente y debido a la presión de sociedades cada vez más sensibilizadas ya han prohibido o regulado severamente la cacería deportiva o de recreación de cualquier animal; y quizá pensarás, bueno eso pasará en Europa o en algún país sin la idiosincrasia mexicana, pues no, como ejemplo recientemente Costa Rica y República Dominicana han prohibido la caza, es decir el asunto está a la puerta de la casa; total que para mí es claro que, quizá no en un año, quizá no en 5, pero llegará el día en que la caza en México como actividad económica se verá severamente regulada cuando menos hasta límites prohibitivos; y estará bien porque pondrá a prueba la capacidad de los “aprovechadores de fauna” para desarrollar nuevos modelos de negocio, modelos que consideren la sensibilidad social, que sean amigables con el bienestar animal y que estén más en concordancia con la “surgencia” de nuevos paradigmas como la economía verde.

A pesar de que en México la caza del venado cola blanca es la actividad dominante, también operan otros modelos de negocio, cuándo menos son tres más: 1.- el ecoturismo y/o turismo de naturaleza, 2.- la manufactura de partes y derivados, 3.- la comercialización de la carne para fines alimenticios y un cuarto que se focaliza en la producción de pie de cría, dicho modelo no es tocado en este coloquial texto porque lo consideré redundante pues surte a los otros tres modelos de negocio.

En cuanto a ecoturismo y turismo de naturaleza el aprovechamiento del venado cola blanca es también algo relativamente común, quien no conoce un lugar en cualquier Estado de la República en donde se puede ir a “ver a los vendos”, en este rubro se ha llegado a extremos sorprendentes, por decir lo menos, hasta encontrar sitios que se promocionan como lugares donde hay venados “acariciables”, el rimbombante termino sirve de ejemplo para clarificar que este modelo de negocio consiste en presentar a los animales como un elemento bonito, depositario de ternura influida por la marca del ratón bípedo y su ya clásico venado huérfano para vender la experiencia de estar cerca de los animales; ese es justo el valor que crea, distribuye y captura éste modelo que por su antigüedad y probado funcionamiento es uno muy usado, sin embargo con el tiempo ha perdido mucho de su atracción para los clientes potenciales ya que ver y acariciar venados es una actividad que se puede hacer y se hace en numerosos zoológicos, parques familiares, circos, granjas autodenominadas ecológicas, centros ecoturísticos y hasta plantaciones de árboles de navidad, es decir la propuesta de valor se está desdibujando ante la enorme oferta.

Por otro lado a partir de los derivados de los venados como piel, huesos y astas existe otro modelo de negocio que consistente en crear, distribuir y capturar valor a partir de la manufactura de accesorios, artesanías, ropa y herramientas con esos derivados, dicho modelo mantiene un perfil relativamente bajo, considerando que por su origen los productos fabricados son más costosos si se comparan con los que se hacen por ejemplo con derivados de vacas o borregos, además los que se hacen de venado no presentan ninguna otra ventaja competitiva frente a sus posibles sustitutos excepto ser de venado, que siendo realista no significa mucho para la inmensa mayoría de los consumidores de tales productos.

Finalmente tenemos el modelo de la comercialización de la carne, cuyo valor central se circunscribe a brindar un alimento con una supuesta palatabilidad superior, una mayor suavidad y una mayor calidad nutricional respecto a productos similares pero a mayor costo; sin embargo si reflexionamos un momento y nos preguntamos cuantas veces hemos comido carne de venado en el último año, nos daremos cuenta de que la proposición de valor de éste modelo no ha trascendido más allá de los sitios especializados en preparar o vender alimentos gourmet o de consumo sumamente regionalizados, más aún si hacemos una rápida ojeada en internet nos daremos cuenta de que si buscamos “carne de venado cola blanca” encontraremos una escasa oferta, mal anunciada y que no esgrime claramente el valor del producto y el por qué deberíamos comprarla. Todavía más, existen algunos referentes que ejemplifican (http://bit.ly/15ZJLqc) que el valor propuesto no ha sido suficiente para atraer a los clientes, que los canales de distribución no son adecuados, que no se piensa en la relación que se debe mantener con los clientes, que no se aseguran la colaboración de asociados importantes (como los distribuidores o las autoridades que autorizan los aprovechamientos), que se piensa mucho en las inversiones y se deja de lado la construcción de un buen circuito de ingresos, en fin, que no se están planeando y mucho menos implementando modelos de negocio sólidos que lleven la actividad a buen puerto.

Si aún dudáramos de la poca efectividad o futuro limitado de éstos modelos de negocio, bastará darse una vuelta a muchas de las UMA´s que en Oaxaca, Veracruz, Puebla, Guerrero o Tabasco se encuentran semi abandonadas, con pocos ejemplares, con nula reproducción, con 0 tasa de aprovechamiento autorizadas, muchas de las cuales son operadas por núcleos comunitarios a los que el gobierno “apoyó” con registros de UMA, píe de cría y algún financiamiento para infraestructura  y hoy están en un limbo porque se les dijo como criar, pero no cómo vender, se les dijo cómo mantener la salud, pero no cómo relacionarse con sus clientes, se les instruyo en cómo alimentar a los venados pero no en cómo se diseña un canal de distribución, se les enseño sobre cercos , pero nunca se les capacito en la construcción de valor, en la identificación de su segmento de clientes,  se les invito a sumarse a un plan de manejo tipo diseñado por la SEMARNAT pero jamás les dijeron como construir un modelo de negocios viable.

Los modelos de negocio existentes actualmente para esta especie han sido tan poco eficientes que incluso la cacería ilegal de éste animal ha repuntado (http://bit.ly/1dHY9sa) al no haber propuestas de valor que lo eviten; me parece que el caso del aprovechamiento del venado cola blanca es un buen ejemplo de lo que sucede con el aprovechamiento legal y sustentable de la fauna silvestre en México, en donde se están operando criaderos o terrenos de exhibición o talabaterías, pero no se están planeando modelos de negocios, no se está planificando, no se están validando supuestos comerciales, y es que, con tantos profesionales capaces de montar criaderos, con tantas comunidades deseosas y necesitadas de aprovechar el recurso, con la necesidad real de aprovechar sustentablemente para incentivar la conservación, se ésta facilitando producir, pero no se ésta capacitando en crear valor para incentivar las ventas y es que saber producir sin saber vender, es parecido a saber cómo funciona el sexo pero no tener genitales, o algo similar pero menos grotesco.

El reto, creo, para las personas, comunidades, ONG,s y empresas interesadas en el aprovechamiento sustentable de la vida silvestre al día de hoy es generar modelos de negocios viables e innovadores

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9 respuestas a El aprovechamiento del Venado cola blanca en México, una actividad con escasos modelos de negocio viables

  1. Héctor méndez dijo:

    Esta sensacional , lo voy a proponer a la familia para implementarlo en el rancho ubicado
    En
    Venado , Slp

  2. Rocío Treviño dijo:

    En qué se convertirán los venados, en otro animal doméstico? al cual se los ponen a los cazadores de tiro al blanco, a poca distancia, cebaditos, casi que escogidos por fotografías. Ya no son venados silvestres ni cazadores, únicamente un tiro al blanco. Y nuestro recurso natural, en este caso el venado, ya es unicamente del dueño de la UMA y no un recurso de todos los mexicanos. Ni siquiera se utiliza el dinero generado por la venta de permisos de cacería para el apoyo de programas de conservación, como en otros países.

  3. Estoy de acuerdo con tu forma de pensar y por eso mismo necesitamos mas personas que no solo manejen a la especie desde el punto de vista biologico, es decir mediante los ojos de un ecologo, ingeniero en recursos naturales, veterinario, etc. Es momento de visualizar esto mas halla del manejo de beneficio ambiental, y darle un valor económico. El ejemplo de Costa Rica esta muy mal planteado, la cacería furtiva es muy alta y por tal motivo no hay indicadores pero estando en ese país, me di cuenta que la cacería clandestina tarde o temprano afectara probablemente no a nivel especie, pero si comunidades y poblaciones de fauna por regiones. Modelo que tampoco es adecuado a seguir, pero es un hecho que en la inmensa mayoría de nuestro querido México, el productor no esta dispuesto a ver el venado como un negocio, sino como una actividad cultural, pues con autorización y sin autorización la caza se lleva a cabo, y hace falta capacitar y generar beneficios en los bolsillos de los productores para que realmente vean que es rentable esta actividad. Por otro lado, promover el manejo administrativo de la UMA es mejor si se invita a un administrador de empresas, o alguna carrera a fin que pueda comercializar los servicios.

  4. Rodolfo Calderón dijo:

    Conozco UMAS en el norte del país, precisamente en los estados fronterizos, que si son rentables por la cacería del venado colablanca y el aprovechamiento de otras especies susceptibles de aprovechar, beneficiándose muchas personas que trabajan en esas UMAS; consideró que en los Estados del Norte del País, si han sabido encauzar la cacería del venado colablanca como generador de riquezas en veneficio de muchas personas; mi comentario Saludos.

  5. Christian Eduardo dijo:

    Soy estudiante de la licenciatura en biología, uno de mis maestros nos pidió un trabajo final donde planteáramos un modelo de producción, pensé en una UMA de venado y guajolote en un rancho que tiene mi familia; al leer esto me doy cuenta de que lo que tenía no es suficiente, gracias por eso, has permitido que piense en otros puntos que no había considerado para mi trabajo.

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